miércoles, 30 de diciembre de 2009
lunes, 28 de diciembre de 2009
BH
viernes, 25 de diciembre de 2009
FELIZ NAVIDAD
PARA TODOS LOS PASTOREROS CON ENTERISMO Y DE SEVILLANAS MANERAS
http://www.youtube.com/watch?v=p0WkmCdAyZc
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sábado, 19 de diciembre de 2009
viernes, 18 de diciembre de 2009
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Horand von Grafrath y sus hijos (El nacimiento de una raza)



En el año de 1899, en Karlsruhe, Alemania, dos buenos amigos deciden visitar la exposición canina.Al mismo tiempo que esta exposición se celebraba, también se realizaba una competencia de ovejeros (competencia que aún hoy se celebra) donde los perros de pastoreo trabajan con un grupo de ovejas, realizando las labores que hacen a diario en el campo. Los perros que llevaban las tareas a cabo en el menor tiempo posible y de la manera obtenían premios.
Para aquel entonces los perros dedicados a esta labor eran bastante diferentes entre sí, debido a que los más rústicos, fuertes y sustanciosos provenían del sur, donde el terreno montañoso exigía mayor musculatura y fuerza, mientras que los del norte eran más rápidos y livianos debido a que tenían que trabajar en grandes extensiones llanas. Además diferían en color, apariencia y pelaje, por lo que solo se les consideraba perros de trabajo.
Los dos amigos deciden observar con cuidado esta competencia y les llama mucho la atención un ejemplar de color gris lobo que obedecía inmediatamente cualquier orden de su dueño, un experimentado pastor. Su desempeño era particularmente impresionante, manejaba un gran porte, seguro de si mismo, obediente y fiel a su amo. Siempre dispuesto a realizar su trabajo al menor comando de su dueño.
Al finalizar la competencia ambos amigos deciden hablar con el propietario del perro, el nombre del perro era Hektor. Max Friedrich von Stephanitz, capitán de caballería, decidió comprar eses ejemplar y cambiarle el nombre al perro por Horand von Grafrath.
El capitán Stephanitz junto con su amigo llamado Arthur Meyer deciden reunir un grupo de criadores de estos perros y formar un club llamado Club Pastor Alemán (Deutscher Schäferhund Verein) conocido todavía hoy con las iniciales SV. En la votación se elige presidente al capitán Max von Stephanitz y como secretario se elige a su amigo Arthur Meyer.También se decide hacer un libro de crianza (Schäferhund Zuchtbuch) en el que se anotaran todos los perros de esta nueva raza llamada pastor alemán u ovejero alemán, como se les conoce en muchas partes del mundo. Así el primer perro inscrito en ese libro con las iniciales SZ # 1 fue nada más y nada menos que Horand von Grafrath del criadero de Stephanitz.Así Horand von Grafrath se convierte en el primer perro de la raza pastor alemán y tan solo para que se den una idea, el campeón mundial del 2006 de nombre Zamp von Thermodos está inscrito con el SZ # 2101021.
domingo, 6 de diciembre de 2009
martes, 1 de diciembre de 2009
PRINCIPIOS DEL PADRE DE LA RAZA. MAX VON STHEPANITZ

Principios y directivas dados por el Max von Sthepanitz para la cría del Pastor Alemán
1) Con frecuencia se presentan principiantes con el pedido que se les suministre una "pareja de cachorros", para que más tarde, puedan "criar" con ellos.
Proceder en esta forma no sería "criar" sino simplemente "aparear" para obtener perros jóvenes, ya que a los cachorros no se les puede notar que defectos somáticos, o de otra índole, van a tener una vez terminado su desarrollo al hallarse a los dos años aptos para la reproducción.
Y es el caso que no poseemos perros perfectos.
Y muchas veces la consecuencia posterior es que, con estos animales fracasados, se continúe criando.
2) La cría de un perro pastor, es la cría de un perro de utilidad y debe conservar siempre su carácter de tal, pues de lo contrario ya no es cría de perro pastor alemán.
Lo que necesitamos y queremos son perros duros, bravos y capaces.
3) Cría en masa y de criadero son la perdición para la cría sana de perros pastores; estos no pueden ser mantenidos ni mucho menos criados en manada: se volverían ariscos y se echarían a perder.
La cría en masa, al cabo de cierto tiempo, siempre se torna en una maldición para el criador porque lo lleva por caminos erróneos.
4) La cría del perro pastor debe ser una "cría de aficionados" y no puede ni debe ser practicada, como la cría de otros animales, en forma de profesión, como medio de procurarse el sustento.
5) Al principiante le falta todavía el mejor consejero, o sea la propia experiencia; para adquirirla más de un viejo criador ha tenido que pagar amargo tributo.
Por eso, el principiante ante todo debería escuchar los preceptos sobre cría en masa, en criaderos, etc..., que aquí se enuncian, ya que tienden a preservarlo de daño, tanto a él como a nuestro perro.
6) Para la cría tiene importancia sobre todo la sangre de la tercera y cuarta generación, o sea de los bisabuelos y tatarabuelos.
Asimismo, la justa combinación y complementación de las diferentes corrientes sanguíneas.
Hasta tanto se halla adquirido un concepto claro sobre estas cosas, es conveniente para el principiante pedir el consejo más seguro de viejos criadores (expertos y de confianza). Todo principiante debe aprovechar todas las oportunidades que se le brinden para ejercitar su ojo, y no solamente con perros, sino con todos los animales, sin distinción.
8) La cría sólo puede dar las "disposiciones" para un buen cuerpo y un buen rendimiento; el cuerpo perfecto lo puede desarrollar la alimentación adecuada; y la máxima utilidad en el trabajo la garantiza el adiestramiento acertado.
Cuando estas condiciones faltan no se puede hacer un reproche, más tarde, ni al criador ni a los padres del animal.
9) Los daños por cría entre animales consanguíneos, frecuentemente aducidos, no se ponen de manifiesto en las especies que viven en libertad.
Por el contrario, aparecen en aquellos casos en que las condiciones naturales de vida son influenciadas - aunque solo en algunos aspectos y no tan radicalmente como en el animal doméstico- por la ingerencia humana, es decir, en el animal salvaje enjaulado.
Esto nos lleva al buen camino y nos enseña a reconocer que los llamados daños de cría entre consanguíneos, no son tales, sino simplemente consecuencia de la mantención.
No una cría antinatural, sino una alimentación antinatural es la causa de muchos reveses amargos en la cría de animales; el traslado a un ambiente que no corresponde al natural; la mantención bajo condiciones inadecuadas que no favorecen el desarrollo del cuerpo y de las disposiciones; alimentación errónea; la eliminación de la seleccionadora lucha por la vida, la inclusión de elementos enfermos y débiles y su empleo en la cría.
Todos estos factores representan otros tantos golpes de martillo en la conciencia de criadores indiferentes o desdeñosos de la suerte y el provecho de la raza.
10) La cría entre consanguíneos bien aplicada no conduce, por consiguiente, a un refinamiento excesivo de la raza, desaparición de la forma masculina y asentamiento de la femenina, disminución de la fuerza vital y potencia generadora, pérdidas de las buenas cualidades a cambio de exceso de sensibilidad, neurastenia y timidez.
Pero sí en cambio conduce a ello la cría con perros de criadero, que en lugar de salir afuera, trabajar, ser activos mental y corporalmente, degeneran encerrados en criaderos para traer honores imaginarios a su mantenedor, y tales personas para mejor se tildan de " propulsores" de la raza.
11) A los mejores resultados lleva, según el conde Lehndorff, la cría entre consanguíneos cuyo antepasado común pertenece a la cuarta generación , o sea tatarabuelos.
12) El valor como reproductor no se sabe viendo al animal, sino que puede ser establecido por la descendencia, pero la tabla genealógica puede traer aclaración cuando los antepasados son bien conocidos en cuanto a sus caracteres somáticos, su rendimiento y su descendencia.
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